Cómo Controlar los Nervios en una Entrevista de Trabajo
Que aparezcan los nervios en una entrevista de trabajo es algo muy normal. El problema llega cuando esa ansiedad te impide demostrar toda tu valía y arruina tus posibilidades de ser contratado. Pero no desesperes, controlar los nervios en tu entrevista laboral es posible y en este artículo te enseñamos cómo. ¡No te lo pierdas!
Acepta los nervios como parte de la entrevista de trabajo
Los nervios son una reacción natural ante situaciones importantes, y tu próxima entrevista de trabajo lo es para ti.
En lugar de tratar de eliminarlos por completo, es importante reconocerlos y aceptarlos como parte del proceso. Al hacerlo, puedes transformar esa energía nerviosa en una fuerza impulsora que te motive a prepararte mejor y a dar lo mejor de ti durante la entrevista.
Seguro que has escuchado que ese estrés que, en la era moderna nos resta años de vida, fue lo que salvó al hombre primitivo cuando se tenía que enfrentar a los peligros de la vida salvaje rodeado de depredadores. Ahora, esa tensión, debes emplearla de la misma manera, como un acicate.
Recuerda que los nervios no son un indicador de incompetencia, sino una señal de que te importa el resultado. Nada te hace estar más tranquilo que la indiferencia y no es ese el sentimiento que debes tener frente a una entrevista laboral.
Acepta los nervios como una señal de que estás en el camino hacia el éxito y confía en tus habilidades para superar cualquier desafío que se presente en la entrevista.
Reconoce los signos comunes de ansiedad que te delatan, evítalos
Los signos de ansiedad pueden delatar tus nervios, impactando en tu presentación ante el entrevistador. Para saber cómo evitar los nervios en una entrevista de trabajo comencemos por conocer los gestos que te delatan.
En este apartado, exploraremos los gestos y comportamientos comunes que revelan ansiedad. Reconocer estos signos es el primer paso para abordarlos eficazmente y mejorar tu desempeño en futuras entrevistas laborales
Gestos faciales de ansiedad h3
La cara es el espejo del alma. Seguro que has escuchado este dicho, comencemos por ellos
- Fruncir el ceño: puede indicar tensión o incomodidad.
- Sudoración en la frente: refleja nerviosismo o estrés.
- Evitar el contacto visual: tu entrevistador lo puede interpretar como falta de confianza o interés.
- Sonreír demasiado: la entrevista de trabajo no es un lugar para ello, si te pasas, puede parecer forzado o antinatural.
Movimientos corporales
Todo tu cuerpo puede mostrar que estás nervioso durante la entrevista laboral. Evita / controla estos tics nerviosos.
- Mover las piernas o los pies: indica inquietud o impaciencia.
- Movimientos exagerados de manos: gesticular es parte de la comunicación y sirve para reforzar tu discurso, pero que no sea un movimiento frenético.
- Tocarse la cara o el cabello: puede ser un signo de inseguridad, nerviosismo o de que no estás contando la verdad.
- Agarrarse con fuerza a la silla: demuestra rigidez y falta de soltura. No se trata de recostarse en la silla, pero una postura relajada y erguida dicen mucho de tu estado de nervios.
- Caminar de un lado a otro: transmite nerviosismo e incomodidad. Recuerda que la entrevista comienza en el momento en que entras a la oficina de tu entrevistador. No pienses que lo que haces mientras esperas no importa. A veces, es incluso provocado.
- Juguetear con un objeto: una muestra clara de tu nerviosismo que puede incluso llegar a ser muy irritante para los presentes.
Tono de voz
La voz comunica mucho más de las palabras que se dicen, tenla bajo control.
- Hablar demasiado rápido: puede sonar atropellado o inseguro. Si tienes esa costumbre, fuérzate a hablar de manera pausada.
- Voz temblorosa: indica nerviosismo o falta de confianza.
- Tono de voz bajo: dificulta la comprensión y puede sonar apagado, sin interés en la oferta laboral.
- Tartamudeo: muestra que estás tan nervioso que ni te salen las palabras.
Recuerda, los entrevistadores son personas que también comprenden los nervios. Lo importante es que transmitas tu entusiasmo por el puesto y demuestres tus capacidades. Un poquito de tensión, puede demostrar tu interés por el proceso en el que estás inmerso.
Cómo no ponerse nervioso en una entrevista de trabajo
Y ahora que ya conoces todo aquello que muestra tu nerviosismo, exploraremos estrategias efectivas para evitar la ansiedad y proyectar confianza durante tu próxima entrevista.
Desde técnicas de respiración hasta consejos específicos para evitar gestos nerviosos, descubrirás cómo prepararte de manera óptima para proyectar una buena impresión.
Preparación, o cómo calmar los nervios antes de una entrevista
Comienza investigando bien la empresa y el puesto al que te estás postulando. Practica respuestas a preguntas comunes y realiza simulacros de entrevistas con un amigo o familiar. También puedes hacerlo frente a un espejo o grabándote para analizarte después.
Preocúpate por tu vestimenta, siempre dando una imagen profesional. Si tu estilo es informal y no estás acostumbrado a la corbata o a los tacones, póntelos unos días antes para ver cómo te sientes con ellos.
He visto cantidad de candidatos que devalúan sus posibilidades porque se les nota incómodos con el nudo de la corbata o con falda. Tu atuendo debe hablar bien de ti, no ser motivo de incomodidad.
Importante, planifica tu viaje hasta el lugar de la entrevista para llegar con tiempo suficiente. Nada hace ponerse más nervioso que pensar que no llegamos a tiempo.
Por último, algo que parece obvio, descansa bien la noche anterior. Parece algo trivial, pero si no duermes lo suficiente tu cerebro puede estar un poco más lento y no reaccionar correctamente.
Y ya no digamos la mala impresión que generas si bostezas durante la entrevista. Mucho tendrías que destacar para que eso no te descartara directamente.
Todos estos detalles pueden parecerte insignificantes, pero contribuyen a que tengas un mayor control de la situación y que los nervios se aplaquen por sí solos. ¿Y si aún así aparecen? Entonces vamos con técnicas para controlarlos.
Técnicas de relajación para manejar los nervios
Respiración profunda: Es una técnica que puedes utilizar para calmar los nervios en cualquier situación.
Es muy sencilla, solo tienes que inhalar lentamente por la nariz durante 4 segundos, retener el aire durante 7 y termina por exhalar lentamente por la boca durante 8 segundos.
Repite este ciclo varias veces hasta sentirte más calmado.
Visualización: consiste en verte a ti mismo en una situación, desenvolviéndote de manera satisfactoria y con final exitoso.
Imagínate durante la entrevista, desde el saludo inicial hasta cómo vas respondiendo todas las preguntas típicas que te van a formular.
Visualiza cómo vas explicando tu perfil profesional de habilidades y vas convenciendo a tu entrevistador de tu idoneidad para el puesto. Imagina tu expresión calmada y cómo recibes señales positivas en la reacción del reclutador.
Finaliza por sentir la satisfacción de una entrevista bien hecha. Esa sensación que tienes ahora, es la que te tienes que llevar a tu entrevista de trabajo.
Si conoces el nombre de tu entrevistador, busca en redes sociales para ponerle cara e imaginarte tus respuestas frente a él o ella.
Puede incluso visualizar la entrevista laboral como si fuera una reunión más.
Afirmaciones positivas: repite frases positivas para ti mismo, como: «Estoy preparado para esta entrevista», «Soy capaz de obtener este trabajo», «Confío en mi talento y habilidades».
También hace falta que te prepares, no basta con decírtelo.
Tanto las afirmaciones positivas como la visualización debes repetirlo los días previos a la entrevista laboral. Tienes que conseguir interiorizarlo.
Ejercicios de calentamiento: en un lugar discreto puedes realizar algunos movimientos de yoga o estiramientos para liberar la tensión muscular.
Camina por un breve período de tiempo para activar tu cuerpo y oxigenar tu mente. Si aprovechas para hacer respiraciones profundas a la vez, mucho mejor.
Trata de practicar estas técnicas con regularidad para que puedas dominarlas y utilizarlas con efectividad en situaciones de estrés.
Dominarlas lleva su práctica y te serán de utilidad en muchas situaciones de tu vida cotidiana que te resulten estresantes.
Estrategias para mantener la calma frente a tu entrevistador
Todo lo anterior son técnicas para hacer los días antes o previo a la entrevista, pero una vez que estás en ella, hay todavía algún truco más para rebajar la tensión.
Como hemos indicado con anterioridad, vete preparado, con toda la documentación necesaria y vestido adecuadamente.
Respira algo más profundo antes de responder a cada pregunta, pero trata de no hacer ruido y que no se note como algo exagerado.
Siempre, escucha con atención a tu interlocutor para estar seguro de que sabes lo que te pregunta. Si has ensayado las preguntas habituales puedes sentirte tentado de responder “de oídas”, sin estar seguro de la pregunta concreta que te han hecho, que puede tener algún matiz distinto a las que llevas preparadas.
Una vez sabes exactamente lo que te han preguntado, responde con seguridad y confianza, evitando las respuestas muy escuetas, pero sin extenderte demasiado ni dar información que, en ese momento, no se ha pedido.
El lenguaje corporal para controlar los nervios durante tu entrevista de trabajo Unas recomendaciones finales para que tu comunicación no verbal potencie tus posibilidades
Adopta una postura erguida y natural, darás mucha más impresión de seguridad que si te presentas encogido y da un apretón de manos correcto, ni demasiado fuerte ni de “abuelita”.
Mantén siempre el contacto visual adecuado con todos los entrevistadores y haz gestos pausados que refuercen tu lenguaje verbal.
Evita señalar de manera agresiva, es un gesto que dificulta la comunicación ya que demuestra que eres una persona autoritaria, alguien poco dispuesto a recibir recomendaciones.
Sonríe de vez en cuando, de una manera natural, como si estuvieras con una persona que te cae bien. Tampoco te pases por el extremo contrario, una entrevista no es una situación jocosa.
No olvides que, el lenguaje corporal, transmite confianza o la falta de ella, haz que refuerce tu candidatura.
Y, para terminar, la solución mágica. Ensayar, ensayar y ensayar. El mejor secreto de cómo no ponerse nervioso en una entrevista de trabajo.
Sabemos que una entrevista de trabajo es una situación estresante, pero cuanto más la ensayes, más natural te resultará, más confianza transmitirás y tus posibilidades de éxito se multiplicarán.
